Hoy traemos un steak tartar un poco distinto.
Cortar sin machacar la carne (textura de tartar), picar la cebolla en dados pequeños y reservar en frío
La salsa: mezclar los ingredientes, las cantidades son al gusto pero la mahonesa es la base y luego de poco a poco ir añadiendo. Muy importante echar muy poco aceite de sésamo.
Freír la corteza deshidratada y decorar con aceite de oliva y semillas de sésamo.